Es muy simpático y juguetón, le encantan las pelotas y morder todo lo que encuentra a su alrededor.
Es muy cariñoso, le encanta que le acaricien continuamente, incluso se comporta así con la gente que no conoce, cuando nota que no se le está haciendo caso, te acaricia con el hocico la mano, hasta que le haces caso.
Mi hermana y yo decidimos llamarle Pipo, ya que nos parecía un nombre original.
Llegó a nuestra casa hace dos años, al poco tiempo de nacer, nosotras habíamos visto al perro desde el primer día que nació, ya que su madre es la perra, de un amigo nuestro.
Desde el primer momento nos encariñamos con él, y a nuestros padres no les quedó más remedio, aunque no engañaron, ya que cuando nosotras pensábamos que iba a ser imposible que nos lo dejaran tener, nuestros padres no dieron una sorpresa, y una noche después de venir del cine con mi prima, nos dijeron que salieramos a la terraza, y nos encontramos, con una pequeña bolita peluda, que solo temblaba acurrucada entre mantas.
Es el mejor perro que se puede tener y el mejor regalo que nuestros padres nos pudieron hacer.
Sin duda, es el mejor regalo que pueden hacer nos padres.
ResponderEliminar¡Y además es una monada!